This is my place, and I wanna stay here forever.
Ni que decir tiene que aquí me siento como en mi propia casa, y en gran parte es gracias a las personas que me rodean, que hacen que me olvide cada vez un poquito más de lo que queda al otro lado del océano. Y muchas de esas personas viven en el sitio en el que yo sabía que quería vivir cuando me asignaron San Diego: International House (I-House para los amigos).
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Great Hall, International House UCSD |
Existen apenas 20 residencias de este tipo en todo el mundo, así que me siento muy afortunada por estar escribiendo este post desde una de ellas. En realidad no sé por qué son tan escasas (supongo que por temas de calidad no cualquiera puede ser International House). Tendría que haber millones (de esta calidad, claro está), para que cualquiera pudiera tener esta oportunidad.
Las instalaciones son increíbles, y la oportunidad de compartir apartamento, pero manteniendo la intimidad de una habitación individual, supone una experiencia maravillosa. También debo decir que llevo compartiendo habitación desde que tenía 6 años (gracias, hermano) y no me ha ido mal, pero esta mezcla resulta muy atractiva. GIMNASIO GRATIS. Sí, y gimnasio de verdad, no como el de la resi de Getafe. Esa es una ventaja más.
Pero sin duda alguna, lo que hace que sea una International House es lo que hay detrás de esas instalaciones. La mitad de los residentes son estadounidenses y la otra mitad, internacionales. Riqueza cultural (no hace falta más que echar un vistazo a las nacionalidades de mis amigos). Los americanos se quejan de que solo nos juntamos estudiantes internacionales entre nosotros y dejamos a un lado a los locales. Bueno, llegamos aquí y todos estamos desesperados. NECESITAMOS AMIGOS. Pero guay, todos son la leche.
Algunas de las actividades que se llevan a cabo son I-Cares (organización de voluntariado con la que realizamos, entre otras cosas, la marcha para la concienciación del cáncer de mama), o las mesas de conversación. Por ahora solo estoy en la de coreano, y eso que no era mi prioridad #1. Ya sé presentarme y contar hasta 1 millón. Bien por mí.
I-Hop realiza eventos varias veces a la semana. Proyección de películas de terror (ahora que se acerca Halloween) o talla (carving? Ya no sé ni cómo traducir) de calabazas...
Pero lo mejor, so far, ha sido el Sunday Supper, una cena de "gala" (aquí ponerse tacones es lo más raro del mundo) que tiene lugar cada trimestre. Ya que no tuve PROM back in Spain, esta ha sido mi oportunidad de pasar un rato genial, rodeada de mi gente (no os olvido a los de España tampoco) y disfrutar de las actuaciones musicales de mis compañeros de andanzas americanas. Después, fiesta en el patio. Fiesta si llamamos a beber chocolate caliente (yo compro la idea) mientras me dedico a tomar fotos de la resi entera (ya lo comenté anteriormente, y se ha concretado).
Mañana (ya son más de las 12, así que técnicamente es hoy) tengo mi primer examen en inglés de toda la historia. Ay. Creo que lo llevo bien, y he decidido ponerme a escribir esto porque tengo mucho que contar y poco tiempo para hacerlo. Mañana por la noche es Halloween, y el viernes por la tarde (irónicamente por la mañana tenemos clase) tomamos rumbo a Los Ángeles, mi argentina y yo. Si sobrevivo os contaré mis locuras por Hollywood.
Too many things, not enough time.