3.12.13

Inma Martín, te echo de menos

Como respuesta a la crítica (súper personal) a mi blog publicada en mi tablón de Facebook, me dispongo a responder, ante todos.

Inmaculada Martín Moraga, te quiero, te adoro y te vuelvo a querer. No vuelvas a decir que no me acuerdo de ti. Porque entonces sí que te dejaré de querer. De golpe.

Boston no tendrá tu microclima, porque es solo tuyo. Y lo creas o no, también lo echo de menos. Porque me recuerda a ti, claro, no porque no esté disfrutando del calorcito en California (te juro que me prometí a mí misma no darte envidia en este post, pero…).

Tengo un total de 3.630 fotos tomadas hasta la fecha. ¿Las quieres todas? ¿Te las mando en un paquete por correo postal? Los gastos de impresión y envío corren de tu parte. Hablando de envíos, mucho que soy ya la que no se acuerda. Sigo esperando tu postal de vuelta. Algunos suecos (os quiero más a vosotros) ya lo han hecho. Pero tú no me quieres. Tú no me recuerdas.

Lo peor es que no te hayas dado cuenta de que entre los millones de papeles que tendré que firmar en España, voy a hacer un huequito para veros. A la mitad de Madrid, repartidos por toda la geografía española, y a mi pueblo entero. Y me han dicho que puedo renovar visado aquí, sin tener que pasar por España, pero voy a volver. Por mi familia, por mi Andalucía, por mis amigos. Así que de verdad DON’T DARE a decir de nuevo que no os tengo en cuenta (perdón por el Spanglish, la cercanía de México).

Y ya no te voy a llevar ni ardilla ni surfista (ni koala en el peor de los casos). Me los quedo para mí.

No hace falta que sea un propósito de año nuevo. Ya me preocupo por ti, bella. Mucho. Tú también te preocupas por mí. Y lo demuestran tus continuos “holis”, “jijijijiji” o simplemente “Marta” que hacen que levante la vista de lo que estaba haciendo justo antes de recibir tu mensaje. Eres la persona con la que más hablo en España (quitando a mi familia, que por algo es mi familia), pero vosotros sois parte de mi otra familia. Una familia a la que quiero y sin la cual tampoco puedo vivir. Que quizás “no te echo de menos” (mentira, pero bueno) porque me haces sentirme en casa. Porque nuestras tonterías y tus cotilleos, con mensajes de odio (o envidia) intercalados, nunca se terminarán. Es como si se tuviera aquí conmigo, pero POR FAVOR VEN A VERME.

Que cuando me has dicho que estabas haciendo una crítica me he temido lo peor, y mis peores pesadillas se han cumplido. Pero ¿cómo demonios puedes pensar que os he olvidado?

Te echo de menos, bella. Mi bella. Y lo sabes, así que no sé a qué viene esta llamada de atención. Serás una buena periodista, poniéndote bajo el foco cuando la ocasión lo requiere. Y has llamado mi atención. Aquí tienes, tu post para ti solita. No has tenido que esperar una semana, y tienes tanta importancia como para ponerme a redactar dejando a mis nuevos amigos en una sobremesa a la española. Ya te vale.

Que te quiero.

2.12.13

Loooong weekend

Dos días de clase la semana pasada, como aperitivo de lo que me espera en el siguiente trimestre. Lunes, martes, y sanseacabó.

La I-House quedó desierta. Mi casa, también. El puente más largo del año para la celebración más importante del año (algunos dicen que incluso más que Navidad): Thanksgiving. Pero esta vez no tocaba viajar, sino quedarse aquí para recibir a la mejor segunda familia del mundo.

Acuario y playa el primer día. San Diego recibía a los de la otra costa con un sol radiante y unos 25ºC que hacían que la tormenta de nieve que asolaba la otra parte del país fuera el peor enemigo al que se pudieran enfrentar cuando tocara volver. Algunos "me voy a mudar aquí" se oyeron. Y lo comprendo.


Para celebrar un poco más tradicionalmente Acción de Gracias, Caroline y yo cocinamos (más bien ella cocinó, yo puse la cocina) una tarta de calabaza, que nos duró lo que duran una cena y un desayuno. Y vuelta a ponerse en marcha, para ir al zoo de San Diego, uno de los más importantes de los States. Grandísimo, sí, como todo. Bonito, también. Deseos de raptar a algún animal para adoptarlo como mascota, más de uno.


Y la tradicional cena se celebró en el zoo, así que de tradicional quedó solo la comida y la compañía. No nos comimos a los animales del zoo. No seleccionamos previamente a "Peter" para que nos lo cocinaran. Aunque quizás en el rincón de los pavos quedaban menos que de costumbre. La comida estuvo deliciosa, y los postres, pues más aún.

Pero aún quedaba tiempo para seguir conociendo un poco más la ciudad de San Diego. Fuimos al centro y caminamos hasta caer rendidos. Esas típicas vacaciones que son de todo menos vacaciones. De esas que necesitas unas vacaciones reales para recuperarte de las vacaciones originales.

Punta Loma y la isla de Coronado nos esperaban al día siguiente. "Intervalos nubosos con chubascos intermitentes" deslucieron un poco el paisaje, pero era espectacular, tanto como estar en la punta del mundo. Tanto que T-Mobile se confundió y decidió enviarme un alegre "Welcome to Mexico!". Sinceramente, y en lo que a mí respecta, creo que la zona norte de San Diego, empezando por la Jolla y terminando en el límite con el condado de Los Angeles, es la que más merece la pena, en tema de riqueza paisajística. Así que no pagaría los 350$ por noche y habitación doble que cuesta el famoso Hotel del Coronado. 3 noches en el hotel te dan para un maravilloso mes en la Jolla (y eso que es la zona más cara de EEUU).

Luego, visita a la mexicana Old Town y... helado en Ghirardelli, para colaborar con las 5 semanas que me he tirado sin pisar el gimnasio (ayer se rompió la racha, mecachis!).

Día siguiente, farmer's market en Little Italy (so cute), y vuelta a Balboa Park, pero esta vez dejamos el zoo aparte para conocer algunos de los museos que aloja el parque principal de San Diego. Picnic en Gliderport, atardecer, carrera hasta Black Beach, subida desde Black Beach (mortal, por eso luego no necesito el gimnasio para estar... en fin... ASÍ)... HAHAHAHA I WISH.

And last goodbyes... Pero esta vez no tendrán que pasar 3 años para verlos de nuevo. Boston College ha llamado a mi puerta y he dicho que sí, de nuevo. Así que volveré a España a finales de junio, con el tiempo justo para quedarme en Madrid, renovar el visado, quedar con viejas amistades (os misseo mucho) y volver a la costa este a principios de agosto. Y todavía no me creo el hecho de que ya no vivo en España, que vuelvo a pasar el verano como el que se va todos los años de vacaciones durante un mes. No más. Pero cualquiera sabe lo que me espera.

Ahora solo me queda darme ánimos para todo el papeleo (de nuevo). Que es lo peor del mundo mundial. Espero que merezca la pena, pero en esa ciudad y con esa compañía, mucho se tiene que torcer la cosa (o mucho frío tiene que hacer, que lo hará) para no disfrutar.


Ay, Dios, el frío. ¿Quién me mandará a mí pedir Boston después de haber pasado un año en el sur de California?

Crazy, crazy, crazy, till we see the sun

25.11.13

Welcome to Fabulous Las Vegas

Volver de las Vegas es volver a la realidad. Aunque tampoco voy a quejarme del lugar al que tengo que volver...

Mis expectativas después de Los Angeles no eran muchas, pero después de recorrer medio mundo para quedarte a 5 horas de Fabulous Las Vegas, no ir ya sería delito. Así que lo consideras casi como un deber. Pero pasas tan buen tiempo en esa ciudad que ya no es un "deber ir", sino un "deber disfrutar".


El viaje empezó, como siempre, con problemas, pero una vez que me vi en la habitación del hotel (Circus Circus), en the Strip, sabía que todo tenía que ir bien. Primera gran noche en la ciudad, aunque no pudiéramos hacer nada de lo que se supone que se hace en Las Vegas: salir de fiesta y jugar (quiero 21 YAAAA). Caminamos cerca de 20 kilómetros, porque la callecita bonita es interminable. "Mira, allí está el cartel, lo puedo ver, está justo ahí, ahí mismo, llegamos enseguida". 25 minutos más tarde maldices el tamaño de los hoteles, que no hace más que confundirte. Si la media de habitaciones por hotel es de más de 3.000, y tienes la idea de que es un hotel de un tamaño normal (no ya español, no), parece que todo está cerca. PERO NO.

Y luego está el frío. Más capas de ropa encima imposible, así que el glamour también lo dejamos aparte.

Llegar al hotel, dormir 3 horas y levantarse a las 4 de la mañana para poner rumbo al Gran Cañón. 11 horas de bus en total en ese día, para estar tan solo 50 minutos allí. Aun así, puedo decir que mereció la pena. Porque yo no sabía (shame) que en el Gran Cañón nevaba, porque pensaba que en un puñetero desierto no es que no haga frío (noooo, para nada). Simplemente, que no llueve. Pues bueno, al menos hemos vivido una experiencia diferente a la habitual. El blanco de la nieve y el rojo de la piedra intercalados para formar un paisaje de infinita belleza. Aunque se hubiera disfrutado más si no fuera por los 0ºC y el vientecito agradable que atravesaba todo lo atravesable.


Vuelta a Vegas... Y más Strip, arriba y abajo. Mi hotel favorito, de entre los que visitamos, the Venetian, seguido del Bellagio. Preciosos. La ciudad parece un copy/paste de los lugares más emblemáticos del mundo, pero el resultado es bastante mejor que el de un trabajo cuya fuente única es Wikipedia.


A pesar de haber dormido poco más de 10 horas en tres días, lo recomiendo. Es una matada de viaje, pero no es una oportunidad de la que se pueda disponer siempre que se quiera.


And, you know what they say, what happens in Vegas stays in Vegas.

17.11.13

Beautiful San Diego

Estoy enamorada. Cada día tendría que durar 48 horas para poder alargar al máximo esta experiencia. Y una de las cosas de las que me enamoré, sorprendente, es de la ciudad de San Diego. Después de la mala impresión de Los Angeles, cualquier cosa es mejor, pero dowtown San Diego tiene un encanto...

Una de las cosas más interesantes fue el Centro de Convenciones. Se estaba celebrando una Conferencia Internacional de Neurociencia (razón por la que Caroline estaba aquí), y tuve la oportunidad de ver las instalaciones por dentro. Lástima que mi limitado visado no me permita estar aquí para visitar este centro para la Comic-Con, porque tiene que ser, cuanto menos, impresionante. 30.000 personas disfrazadas de personajes de cómic. I'm down.

Mi compi querida tenía el coche este fin de semana, y hemos aprovechado para conocer las cualidades culinarias de estos americanos. Cena de viernes en Stacked, el mejor sitio de burgers que he probado con diferencia ("you're gonna get fat"). Y esta misma mañana, desayuno de calidad (o gordura, según se mire) en Pacific Beach, uno de los mejores lugares de San Diego.

Otra cosa que me impresiona es la capacidad de innovación que existe aquí. ¿A quién se le ocurre montar una fiesta típica de pueblo, con escenario, DJ, y atracciones de feria, en pleno campus universitario? Pregunta retórica. Y esto dentro del día del Día del Fundador. [En España se daría un discurso.] Nombre de la celebración: Hullaballoo, antesala del GRAN festival que llegará en unos meses, Sun God. Según me han contado, creo que se merecerá un post aparte.

Pero con lo que me quedo ha sido con la tarde completa del día de hoy. Desde las 12 de la mañana cocinando tortilla (para que os hagáis una idea, hemos gastado 25 huevos). Todo como preparación para la Noche de la Cultura Europea. El tema del festival era Eurovisión, así que todas las actuaciones (solo 4) han girado en torno a él, con traducciones al francés y puntuaciones incluidas. España ha quedado, para no variar, penúltima, pero nos hemos divertido. Mix de la Macarena, Aserejé y Antes muerta que sencilla. Y toda la I-House bailando con nosotros. Ponemos el punto gracioso :)


Aquí una servidora no tuvo idea mejor que ofrecerse para ser la presentadora de la noche. Tras los nervios iniciales, todo ha empezado a ir sobre ruedas, y me he encontrado corriendo de un lado para otro en tacones y cambiando de vestido, como Eurovisión nos tiene acostumbrados. GRACIAS por la oportunidad.

Recordad mi nombre y guardad los vídeos para cuando sea famosa.



P.D.: Mis conocimientos de coreano van mejorando. El otro día estuvimos viendo una película surcoreana subtitulada en inglés y hasta entendí algunas frases (¿palabras?). Comedia romántica tan surrealista como pueden ser las españolas. Fue muy curiosa, pero me encantó. Todo sobre mi mujer.

9.11.13

Los Angeles, años 20

Dejé el último post con bastantes cosas preparadas para esta semana. Y han sido tantas que no he tenido tiempo para escribir. Viaje, cumple, parcial y entrega de trabajo. Pero ahora puedo relajarme momentáneamente.


Halloween en EEUU, por primera vez (y espero que no última). Tema de la fiesta a la que fuimos, cross-dress. Es decir, chicos vestidos como chicas, chicas vestidos como chicas. Mi disfraz, camiseta de Sergio Ramos de la Selección Española, proporcionada irónicamente por mi compañera de piso americana. Fue una noche muy, muy divertida. Y ese Sergio Ramos no tuvo otra cosa que hacer que aprender a montar en monopatín a las 12 de la noche. Cosas de la I-House.


Después de esa noche, hacer la maleta a la mañana siguiente, almorzar, ir a clase y poner rumbo a la estación de tren. Cogimos el Amtrak por primera vez, y no fue una experiencia muy satisfactoria. 60$ ida y vuelta. El precio no está mal, salvo si tienes en cuenta que vendieron más billetes que asientos tiene el tren y tuvimos que ir 2 horas y media (encima llegó con retraso) sentadas en el suelo. La vuelta, sin embargo, mereció la pena. No todo son críticas.

Llegamos a Union Station - Los Angeles a las 7 de la tarde aproximadamente. De ahí, directamente al motel en Hollywood y a descansar para lo que nos esperaba. El motel, igualito que el de Psicosis, aunque ya me regañaron por mencionar este detalle.

El sábado, muy temprano, salimos hacia Universal Studios. Puedo decir sin ninguna duda que fue lo mejor del viaje. Y más aún considerando que, por una entrada de un día, nos han regalado un pase anual. No será la única vez que vayamos, eso queda claro. Está genial, y no ya solo por las atracciones, que no son muchas, sino por el ambiente y caracterización del parque. En un momento estás dentro de Parque Jurásico, y después vas en una montaña rusa completamente a oscuras que emula a la pirámide de La Momia. Bestial, muy recomendable. Además, hizo un día perfecto, lo que hizo que todo luciera incluso mejor. 30ºC, con lo que el agua de las atracciones se agradecía.


Abrimos y cerramos el parque, pero nos quedó tiempo para coger el metro y plantarnos en la puerta del Dolby Theater, con Paseo de la Fama incluido. Está claro que hay que verlo, porque hay que verlo, pero no merece la pena. Bastante cutre, creo que hasta El Ejido podría permitirse un paseo de esas características. [Sí, soy como Manolo Escobar, no quiero a mi pueblo.] Y de ahí, vuelta al hotel.

Al día siguiente tomamos un autobús (casi hora y media) para llegar a la costa, a Santa Monica Pier, para ser más exactos. Es curioso de ver, pero tampoco es algo maravilloso. Me gustó, eso sí, el cartel que muestra el final de la ruta 66. Estuvimos un rato en la playa, me bañé (ya he cumplido el reto de septiembre, octubre y noviembre) y tomamos el sol.

Por la tarde decidimos subir a otro de los pocos lugares recomendables, el observatorio Griffith. El lugar es muy bonito, puedes observar la ciudad desde las colinas de Hollywood, ver el magnífico cartel (sigo defendiendo que debería poner Hollywoodland, porque sí), y la puesta de sol. Las luces en downtown empiezan a encenderse, y pronto te hallas en otro mundo. Además, el observatorio en sí es curioso, y se puede visitar alguna exposición relacionada con la astronomía. Y gratis.


Antes de coger el tren, al día siguiente, anduvimos un rato por el centro de la ciudad. Sin nada destacable, quizás Little Tokyo, pero demasiado "little" para mi gusto. Podría estar mucho mejor aprovechado.

En resumen, no me gustó Los Angeles, nada. Al menos lo que es la ciudad. Es una ciudad fea, muy fea. Ahora bien es cierto que hay muchas más oportunidades, sobre todo culturales. Pero no me gustaría vivir ahí. San Diego, I love you.

Otro hecho más o menos destacable, mi cumpleaños. Me falta un año para la "mayoría de edad". Muy mal, porque no puedo hacer nada. Ni alquilar un coche, ni entrar en una discoteca. Pero nuestras fiestas alternativas no está mal. Me encantan nuestros "chilling times", como el de mi cumple. Y mis amiguísimos se portaron muy bien. Regalos de todas partes del mundo, y por fin, la ansiada sudadera de UCSD. Eligieron mi favorita, y no se lo había dicho a nadie. Cómo me conocen. GRACIAS. Sin embargo, este cumpleaños fuera se me ha hecho un poco duro, y me he acordado de casa. Una de las primeras veces.


Y el mejor regalo, sin duda, es el que estoy viviendo ahora mismo. Mi hermanita está a 20 millas de mí. En Boston hace mucho frío, y no ha tenido nada mejor que hacer que venir al calorcito de Southern California a una conferencia de neurociencia y, de paso, hacerme una visita. Ya conoce el campus, y mañana haremos visita a San Diego downtown, cosa que me apetece teniendo en cuenta que solo he estado allí una vez en casi 2 meses.

Muchas cosas han pasado desde la última vez, aunque creo que ahora bajaremos el ritmo. Al menos hasta el siguiente puente, Thanksgiving, próximamente.

31.10.13

My place

This is my place, and I wanna stay here forever.

Ni que decir tiene que aquí me siento como en mi propia casa, y en gran parte es gracias a las personas que me rodean, que hacen que me olvide cada vez un poquito más de lo que queda al otro lado del océano. Y muchas de esas personas viven en el sitio en el que yo sabía que quería vivir cuando me asignaron San Diego: International House (I-House para los amigos).

Great Hall, International House UCSD
Existen apenas 20 residencias de este tipo en todo el mundo, así que me siento muy afortunada por estar escribiendo este post desde una de ellas. En realidad no sé por qué son tan escasas (supongo que por temas de calidad no cualquiera puede ser International House). Tendría que haber millones (de esta calidad, claro está), para que cualquiera pudiera tener esta oportunidad.

Las instalaciones son increíbles, y la oportunidad de compartir apartamento, pero manteniendo la intimidad de una habitación individual, supone una experiencia maravillosa. También debo decir que llevo compartiendo habitación desde que tenía 6 años (gracias, hermano) y no me ha ido mal, pero esta mezcla resulta muy atractiva. GIMNASIO GRATIS. Sí, y gimnasio de verdad, no como el de la resi de Getafe. Esa es una ventaja más.

Pero sin duda alguna, lo que hace que sea una International House es lo que hay detrás de esas instalaciones. La mitad de los residentes son estadounidenses y la otra mitad, internacionales. Riqueza cultural (no hace falta más que echar un vistazo a las nacionalidades de mis amigos). Los americanos se quejan de que solo nos juntamos estudiantes internacionales entre nosotros y dejamos a un lado a los locales. Bueno, llegamos aquí y todos estamos desesperados. NECESITAMOS AMIGOS. Pero guay, todos son la leche.

Algunas de las actividades que se llevan a cabo son I-Cares (organización de voluntariado con la que realizamos, entre otras cosas, la marcha para la concienciación del cáncer de mama), o las mesas de conversación. Por ahora solo estoy en la de coreano, y eso que no era mi prioridad #1. Ya sé presentarme y contar hasta 1 millón. Bien por mí.

I-Hop realiza eventos varias veces a la semana. Proyección de películas de terror (ahora que se acerca Halloween) o talla (carving? Ya no sé ni cómo traducir) de calabazas...


Pero lo mejor, so far, ha sido el Sunday Supper, una cena de "gala" (aquí ponerse tacones es lo más raro del mundo) que tiene lugar cada trimestre. Ya que no tuve PROM back in Spain, esta ha sido mi oportunidad de pasar un rato genial, rodeada de mi gente (no os olvido a los de España tampoco) y disfrutar de las actuaciones musicales de mis compañeros de andanzas americanas. Después, fiesta en el patio. Fiesta si llamamos a beber chocolate caliente (yo compro la idea) mientras me dedico a tomar fotos de la resi entera (ya lo comenté anteriormente, y se ha concretado).


Mañana (ya son más de las 12, así que técnicamente es hoy) tengo mi primer examen en inglés de toda la historia. Ay. Creo que lo llevo bien, y he decidido ponerme a escribir esto porque tengo mucho que contar y poco tiempo para hacerlo. Mañana por la noche es Halloween, y el viernes por la tarde (irónicamente por la mañana tenemos clase) tomamos rumbo a Los Ángeles, mi argentina y yo. Si sobrevivo os contaré mis locuras por Hollywood.


Too many things, not enough time.

22.10.13

Traveling around

No logro entender cuando la gente se encabezona con un lugar para estudiar. Sea cual se acabará encantándote, porque probablemente conozcas a más gente extranjera que local, y la vida universitaria (no conozco a nadie que me haya dicho lo contrario) te envuelve donde quiera que estés.

Esta vez tocó viajar a través de la comida. Y es que en apenas 5 días nos han deleitado con muestras de comida coreana, inglesa y africana, esta misma noche. Ninguna queja, pero es cierto que son formas muy diferentes de preparar los alimentos. Esta gran oferta se debe, cómo no, a nuestra querida residencia (la próxima semana hablaré de ella, lo prometo).

Pero no todo es viajar con los sentidos. A veces hay que hacerlo físicamente, y el día para visitar Los Angeles ya casi está aquí. Hotelito en Hollywood reservado. So excited! También planificando esos dos fines de semana tan especiales en los que tendré a Caroline cerca. Thanksgiving con mi familia americana más de 3 años después de despedirme de ellos.

Más cositas de la semana pasada... Estuve nadando durante 15 minutos en el Océano Pacífico, a día 19 de octubre, y no había quien me sacara del agua. Me he propuesto un reto: bañarme al menos una vez cada mes. No es que sea como mi querido Mar Mediterráneo, pero creo que puedo coseguirlo. Yes we can!

La Jolla Shores, La Jolla, CA

Estuvimos de compras en UTC (University Town Center), por primera vez desde que llegamos, y la verdad es que ya hacía falta. Y justo después, bonfire en Black Beach (la playa nudista de la que ya hablé, solo que esta vez, thank God, no era nudista). Cada luna llena la gente se reúne, canta y toca la percusión alrededor del fuego, como si de una tribu se tratara. Mola mucho.

Black Beach, La Jolla, CA

Para terminar, una de las mejores cosas que he hecho desde que estoy aquí ha sido una marcha para concienciar sobre el cáncer de mama. 5K (no sé la distancia, la verdad, porque puedo decir que no fueron 5 kilómetros), casi 2 horas por un recorrido muy bonito en el parque de la ciudad de San Diego, Balboa Park, y en el que llegamos a caminar por la autovía (previamente cortada, claro está). Pudimos recaudar algo de dinero, y levantarse a las 6 de la mañana en un domingo mereció la pena. Una cosa que hay que hacer en algún momento, y en EEUU todo se hace a lo grande, así que muy satisfecha por la parte que me toca.

Razón por la que decido posponer hablar de la I-House: Sunday Supper. Hora de arreglarse y ponerse taconazos, POR FIN. Y fotógrafa oficial, ya no solo de mi grupo, sino de la resi entera. A hacer photocall. Pero yo no me quejo, si es lo que me gusta ;)

15.10.13

¿Vuelta a la calma?

Parece que todo empieza a asentarse. Las semanas pasan volando, y eso es signo de que, efectivamente, los primeros días caóticos empiezan a evaporarse.

Ya he hecho mi primera tarea, en la asignatura de producción de sonido. Lo más maravilloso de hacer deberes es que los haces en un estudio de grabación increíble, disponible 24 horas los 7 días de la semana, y reservado exclusivamente para tu trabajo personal. Dan ganas de ponerse a cantar (como yo no canto ni nada...). Algún día caerá.

Your face made me think: "She's having fun,
but she has no idea of what's going on"

Kind of. Mi cara lo decía todo, sí. La semana pasada fuimos a bailar, para variar. Mi vals favorito (Anastasia, principalmente) suena, y un chico me dice que si quiero bailar. "Sure!", dije. Divertidísimo, pero no he dado más vueltas en mi vida. Lo glamuroso del baile se vio superado por mis tumbos en dirección a Noe una vez que paró la música. Pero disfruté, vaya si disfruté. Iba volando. Literalmente, mis pies no tocaban el suelo. Demasiado alto, le toca a mi sya.

En el apartado de idiomas... Quiero NO OLVIDAR lo poco que sé de francés y alemán, y en principio eran estos los idiomas a los que iba a asistir dentro del programa "Language Conversation Tables" que ofrece la International House (creo que hasta ahora no he hablado del lugar en el que vivo, y se merece un capítulo aparte, ¿semana próxima quizás?). Pues se han quedado en el querer, y he terminado apuntada a italiano (por fin) y coreano. Me estoy volviendo un cuarto asiática y un cuarto mexicana, aunque la otra mitad sigue siendo abderitana. Extranjeros, soy abderitana de Adra (Almería, Andalucía, Spain, Europe, the world), the best town ever.

Dejando a un lado bromas, se siente el ambiente internacional por todas partes. El campus en sí está lleno de asiáticos (no sé si lo comenté alguna vez). Lleno, lleno, casi la mitad de los estudiantes, diría yo. Hay mucha gente extranjera que estudia la carrera completa aquí, en UCSD. No sé cómo, porque a mí me dolería todo si tuviera que pagar 40.000$ cada año (desde aquí agradezco a mi universidad la oportunidad que me han dado, pero no los impedimentos burocráticos). En resumen, que se conoce a más gente de fuera que de los States. Resumiendo más aún, que me estoy volviendo asiática.

Por si acaso no había conocido ya a demasiada gente (sorry, guys, if I can't remember your names), en la fiesta de bienvenida del programa de familias de acogida de Solana Beach tuvimos otra oportunidad. Este programa ciertamente me ha salvado la vida. Dentro del ámbito de la universidad, existe la posibilidad de quedarse con una familia de la zona hasta que llega el momento de mudarse a un nuevo apartamento o residencia. En mi caso, me recogieron directamente del aeropuerto, lo que me ahorró bastantes quebraderos de cabeza y dejarme el alma acarreando mi pesado equipaje. Y la oportunidad interesante de seguir manteniendo el contacto durante todo el año, lo que aporta mucha seguridad cuando te encuentras a casi 10.000 km de casa.

Entre estas y otras cosas se desenvuelve mi vida. Planificación del primer viaje a Los Angeles, spring break...Y (me puedo morir tranquila después del 15 de febrero) voy a ver a Imagine Dragons en directo. Me dieron la alegría de confirmar la fecha de San Diego en la última parte de su gira mundial tras maldecirme mil y una veces de que para un año que salgo fuera, van a Madrid. Respiro tranquila.

8.10.13

Week 1

Semana primera de curso. Lo que significa que empieza el trabajo y "dejamos" las vacaciones. Pero las cosas siguen yendo demasiado deprisa.

Hay mucha gente que sabe más detalles de cómo me va y las cosas que hago, y tengo que resumir para no agobiar con too much information. En resumen, hice surf por primera vez (y espero que no por última) y conseguí "pararme" (para los que no estén acostumbrados, pararse es ponerse de pie en Perú y Argentina, NO EN ESPAÑA). Cociné la segunda y tercera tortilla de patatas de mi vida, las dos primeras en suelo americano. Mi pelo acabó verde tras una fiesta del color. Fuimos a ver las estrellas a los acantilados, pero descubrimos gracias a nuestro amigo japonés que en Mekisco (no Mexico) el cielo es más bonito. Pasamos 3 horas de nuestra vida en una playa nudista (¿por qué la playa más cercana al campus es nudista y no hay gente joven en ella?).

[ . . . ]

Hay cientos de anécdotas, y ese conjunto de anécdotas conformarán los recuerdos con los que me quedaré para siempre.

La semana pasada fuimos a bailar salsa (de nuevo). Y es que parece que estoy bailando más latino que en toda mi vida en España. Banderas de toda latinoamérica, pero no de España. ¿Será porque la música es latinoamericana y no española? No. Que yo sepa, Los del Río y Raphael son bastante españoles. Sí, queridos míos, es lo que me dedico a hacer aquí. Bailar La Macarena y Escándalo.

Y es que parece que estoy comiendo más comida mexicana de la que comería si estuviera en ese país. Pero creo que es una parte inseparable de California, y mi roomie me lo está haciendo descubrir. Bri, you're the mummy.

También quería destacar uno de los mejores días que he pasado aquí, el día del cumpleaños de mi buena amiga argentina (pero más madrileña que una servidora). Noe, sé que por ser tu día disfrutaste más que yo, pero me quedé bastante cerca. Felicidades, de nuevo. No te quiero, y es mutuo (¡faltaría más!). Y menos mal que nos odiamos, porque si no fuera así, hasta dormirías en mi cama :) Mi casa es tu casa.


De nuevo, recomendaciones de viaje... Por fin he visitado el centro de San Diego. Como ciudad es bonita, pero sigue siendo eso, una ciudad moderna. Sin embargo, el puerto y la bahía merecen mucho la pena. También Balboa Park, que alberga un gran número de museos, así como el zoo de la ciudad. Una buena primera aproximación para las visitas futuras. Volveré sin ninguna duda, también, a Seaport Village. Y volveré a ver las focas y leones marinos en La Jolla Cove, muy cerca de mi universidad. Estos animales son los reyes de la costa. Everywhere.

Esta semana se presenta ajetreada, cómo no. Muchas lecturas, muchas actividades, muchos grupos posibles a los que unirse, idiomas que practicar para no olvidar y otros nuevos que aprender. Un poco de gimnasio tampoco vendría mal (aun así, sé que volveré rodando a España). 

La conclusión que saco todos los días antes de dormirme es: "Demasiado que hacer, demasiado poco tiempo para conseguirlo". Así que la decisión que he tomado (y espero conseguir) es la de volver aquí el año próximo. Y cuando digo aquí me refiero a Estados Unidos, porque cambio de costa. BOSTON. Estoy enamorada de esa ciudad desde hace 3 años, y también de esa personita que vive en ella. Caroline, I'm coming (hopefully).

Mount Soledad Veterans Memorial, La Jolla, CA

30.9.13

Dos semanas

Queda poco más de una hora para el aniversario. Hace casi dos semanas pisaba un trozo de esta tierra que me tiene enamorada. Con la intención de abrirme paso en un nuevo mundo, todo iba demasiado rápido. Tan rápido que esta primera entrada ha tardado en llegar eso, dos semanas.

Unas dos semanas intensas, las más intensas de mi vida. Esas en las que pisas tu cuarto solamente para dormir los cuatro ratos necesarios para continuar sobreviviendo. No voy a tardar mucho más en decirlo. A los que estáis fuera, a los que habéis experimentado esa sensación de querer conocer más de lo que el tiempo permite, enhorabuena. Enhorabuena por esa valentía que se requiere, porque ya está dando sus frutos. A los que quedan en casa, ánimo. Tendréis ocasión para conocerlo. Porque hay que hacerlo. Y es tan obligatorio como respirar.

No obstante, ha habido un largo camino detrás de esto. Meses de preparación de exámenes, meses de papeleos, meses de nervios, meses de angustia. Meses en los que te planeas si va a merecer la pena. Mi respuesta: SURE.

Para el que no conozca mi historia, mi Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III de Madrid se ha transformado en un major en Visual Arts - Media en University of California - San Diego. Por un año, sin posibilidad de prórroga. Ay.

Llegué al Aeropuerto Internacional de San Diego desde Madrid, con escala en Miami. 23kg + 10kg de equipaje, pesado al milímetro, y dejando atrás miles de chorradas sin las cuales es imposible vivir. Pero aquí tienes otros alicientes, claro está. Así que te dispones a abandonar el país que te vio nacer con el objetivo de no volver en 10 meses. O más, quién sabe.

"I'm from Spain" se ha convertido en la frase que más puertas te abre. Quiero mucho a España, pero ahora mismo la cambiaba por un tiempo extra aquí. ¿Alguien dispuesto a ese trato? Yo creo que sí, y pobres. No saben lo que hay. Pero la verdad es que te tratan de maravilla. Los europeos triunfamos. España triunfa. Y yo encantada.

La gente es muy amable, cosa que es de agradecer cuando tienes que aclimatarte a un nuevo "todo". Desde la familia de acogida con la que me quedé los primeros días en EEUU hasta mis compañeras de piso (os quiero), pasando por los profesores y la gente que se encarga de que todo funcione a las mil maravillas.

Pasando a la información de la zona, el condado de San Diego es precioso. Vivo en La Jolla, al norte de la capital, con lo que no he tenido la posibilidad todavía de visitar en centro. No voy a ocultar que prefería ir a UCLA, pero ese pensamiento empezó a diluirse cuando vi por primera vez la puesta de sol desde Gliderport. Sustituí ese pensamiento por otro nuevo, y lo transformé en palabras. "Por primera vez creo que te he tenido suerte al venir a UCSD". Gliderport son unos acantilados situados a unos 15 minutos a pie de mi apartamento, y son un punto obligado para aquellos que se dignen a visitarme (por favor, haré cualquier cosa). Encinitas, un pueblo costero aún más al norte de La Jolla, es uno de los típicos lugares californianos. Surf, playas, sol... pero también naturaleza. La gente normalmente piensa en el sur de California como una suma de estas tres cosas, pero es mucho más que eso.

Mi universidad es lo más exagerado que he visto en mucho tiempo, pero al poco tiempo aprendes a moverte sin necesidad siquiera de bici. Sin ir más lejos, mi logro ha sido ir solita a la otra punta a por unos apuntes. No me perdí y no tuvieron que llamar al 911 en caso de emergencia, como pedí antes de salir. La arquitectura es bastante interesante, y el mejor ejemplo es la biblioteca, Geisel Library, que para no quedarse atrás (¿qué no es enorme en América?), tiene ocho plantas. Cada planta más grande que la biblioteca de mi universidad en Madrid. En realidad, el campus es mi "pequeña" ciudad. Poco he salido de él, y no he parado ni un momento. Benditos eventos de integración de estudiantes internacionales. Bendito partido de waterpolo. Me ha hecho querer este deporte aún más.

Han pasado tantas cosas que no sé muy bien qué decir, por dónde empezar o por dónde terminar sin hacer un lío a todo el mundo. Creo que esta ha sido una primera aproximación a mis impresiones. Porque el conocer algo se basa precisamente en impresiones. Tengo la intención de escribir a menudo, y espero que el bonito prestigio de esta universidad me lo permita.


Y eso, yo estaré 9 hours behind. Eso si no cambian el horario en España y tengo que ponerme a renombrar el blog. Todo sea por fastidiar.

Gliderport, La Jolla, CA